CUANDO KAISSA TE ABANDONA

Dice la leyenda que Kaissa  quiso esconder el juego del Ajedrez, para que no lo encontrarán, y lo tiró a la tierra; cayó sobre las tierras comprendidas entre el Mar Negro y el Mar Kaspio: No es casualidad que los mejores ajedrecistas del mundo hayan nacido allí.


"Al igual que todas las diosas mitológicas, ésta también exige sus sacrificios. Sus servidores son generosos: ¡cuántos de ellos le ofrecieron toda su vida!... pero los sacrificios que con más frecuencia se ofrecen a Caissa son sus propios bienes: alfiles, peones, caballos. ¡Cuántos de ellos son sacrificados para mayor gloria de la diosa! ¡Incluso las propias reinas, a veces, son entregadas voluntariamente! Naturalmente, la suerte de estas ofrendas es muy distinta. Unas cuantas son aceptadas por Kaissa y entonces el ajedrecista alcanza la gloria y el reconocimiento de sus contemporáneos. Pero no siempre, ni mucho menos, estos sacrificios complacen a la diosa. Entonces, qué se le va a hacer, hay que esperar a otra ocasión..."  M. Tal.

Así es, cuando Kaissa   te abandona no hay nada que hacer, salvo esperar mejores tiempos. Aquellas partidas que parecen ganadas acaban en dolorosas derrotas, las ideas no fluyen, el tablero se vuelve un mundo extraño...


Que Kaissa te acompañe.